La actitud de cuidado es una dimensión fundamental del pensar filosófico. No consiste en otra cosa que en despertar nuestra presencia y, con ella, la actitud cálida que la caracteriza.

Ésta permite despertar la sensibilidad, poniendo en suspensión aquello que creemos del mundo y de nosotros mismos, y abrirnos a la dimensión existencial de la vida.

En este breve recorrido, haremos presente dicha actitud de cuidado y éste será el camino para acercarnos a la serenidad que nos define.

La meditación zen y el acercamiento al budismo serán claves en este encuentro. Se explicará también cómo es la postura corporal y la respiración adecuada, para reposar finalmente en el silencio interior con una actitud amable y receptiva. 

Existen tres tipos de meditaciones: atencionales (donde se encuentra mindfulness), generativas (que incluyen compasión y aceptación) y deconstructivas (que buscan la deconstrucción del yo, para que podamos percibirlo de una forma más realista).

Esta es una meditación deconstructiva del yo. Trabajaremos sobre las principales etiquetas que lo forman intentando desidentificarse de ella. El objetivo es percibir, aunque sea mínimamente, la fluidez y no solidez del yo, permitiéndonos sufrir menos ya que las emociones negativas se producen por identificación con las etiquetas del yo.

La práctica específica del sufismo, el dikr, significa recitación y a la vez recuerdo. La repetición de palabras sagradas y atributos divinos limpia el polvo de nuestro corazón y nos conecta con el origen. Con el destino. Con nosotros mismos.

Cuidar y cuidarse: Gracias al mensaje de Jesús Cristo os comparto una práctica de meditación que nos ayudará a contemplar el maravilloso mundo de la compasión y, en el específico, en su expresión del cuidado, cuidado que es un “continuum” entre cuidarse y cuidar a todo lo que nos rodea.

El cuidado como camino hacia la paz del corazón y la Harmonía entre los seres humanos y toda la creación.

La mente va quedando en calma, convertida en un océano de silencio luminoso. En él brilla la Presencia, presencia amorosa que Soy, desde siempre y para siempre.

Llenos de gratitud, compartimos lo recibido, con toda la humanidad y todos los reinos de la Naturaleza.